A raíz de la celebración de los Juegos Olímpicos de Río 2016 en la cadena de TV La 2 se emitió el documental “Del podio al olvido” el que se presentaban las historias de nueve deportistas de élite ya retirados. A través de este programa, pudimos conocer cómo estos deportistas vivieron su proceso de retirada en todos los aspectos (físico, psicológico y económico).
En algunos casos, estas retiradas se precipitaron a causa de las continuas lesiones sufridas durante los últimos años de carrera deportiva; en otros casos, fue una retirada progresiva. Sin embargo, como factor común podemos encontrar una frase que resume la sensación de estos deportistas: “y ahora, ¿qué?”.
La retirada profesional de un deportista es un evento natural (puesto que todos los deportistas pasarán por ella) pero que, en muchas ocasiones, puede percibirse como un evento traumático. “Tienes que pasar un duelo, cuando te retiras, como cuando fallece alguien, cuando se ausenta alguien. Es un momento de tristeza, de melancolía” (comenta el jugador de balonmano y autor de “Cuando el deporte de abandona”, Julio García Mera).
La falta de preparación psicológica deportiva para poder afrontarla correctamente puede incrementar esta sensación: “hay gente que se retira y sigue viviendo en el pasado. Y el pasado ya no existe. El propio deporte te devora. Ganas una competición y tienes que pensar en la siguiente” (J.G. Mera).
Por ello, las labores de prevención resultan cruciales: tener una red de apoyo extradeportiva, no abandonar la formación extradeportiva y potenciar el autoconcepto de la persona más allá de su identidad como deportista son algunos de los aspectos que se pueden abarcar desde el ámbito de la psicología deportiva.
Tal y como nos explica en el documental el portero de la selección española de waterpolo y psicólogo deportivo del CN Terrassa, Iñaki Aguilar : “El problema que tenemos (los psicólogos) es que solo se nos llama cuando hay un problema o cuando hay una gran desgracia y lo que debería tener clara la sociedad, a nivel de club, a nivel de gobierno, comités… es que los psicólogos hacen una gran faena de prevención y si tuviéramos más psicólogos enfocados en la prevención y no tanto de bomberos de apagar las cosas, quizás las cosas irían un poco mejor.”
Es decir, para conseguir un buen proceso de retirada deportiva, integrada esta en la biografía de la persona de una manera adaptativa, es necesario realizar un trabajo previo. La psicóloga y ex gimnasta María Fernández lo resume en “que el deportista que mejor se retira es el que si cierra el álbum deportivo, todavía le quedan todos los álbumes de fotos de su vida. No por cerrar el deportivo, se acaban sus fotografías, no se queda sin imágenes por cerrar el deportivo. El deportista que el deporte le ha consumido todo el resto de su vida, que el deporte se ha extendido, cuando cierra el deporte no le queda nada”.
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