Penn, asume que los celos pueden definirse como una fuerte emoción que tiene lugar en un individuo, cuando éste percibe que existe una amenaza real a la estabilidad de la relación sentimental que mantiene con otra persona. Aporta un dato interesante, porque no dice que exista la amenaza, sino que el individuo la percibe como real. Por lo tanto, la amenaza puede existir, o no.
La visita a un profesional podría ayudar a los individuos a entender mejor lo que significan los celos, de forma individual y colectiva, pero no muchas personas se sienten cómodas con la terapia de pareja.
Los celos son un fenómeno universal, pero no son exclusivos del ser humano; muchos animales son capaces de mostrar conductas claramente celosas.
Todos hemos sentido celos en un momento dado y hemos hecho sentir celos a alguien. Los celos no son negativos por si solos, de hecho, en su forma más suave pueden tener aspectos positivos; ya que un mínimo temor a perder lo que amamos puede inducirnos a cuidarlo mejor. Por lo tanto, no se plantean como un problema más allá de la capacidad de gestión que cada uno tenga de ellos.
Entonces, ¿Dónde está el límite entre los celos normales y los celos patológicos? Desde la psicología hemos de fijarnos en el nivel de interferencia para la persona en la vida cotidiana. Enrique Echeburua-Odriozola y Javier Fernández-Montalvo (2001), hablan de interferencia negativa en la vida cotidiana que surge, al aparecer un sentimiento de posesión sobre la pareja y el temor a perderla en beneficio de un tercero o rival. Entonces, los celos no son algo que afecte a una persona, sino que los celos ocurren con relación a otros tres personajes, la pareja y el rival. Se produce a partir de ahí lo que llamaremos el juego Celotípico.
El Juego Celotípico, está presente principalmente, en casos en los que la situación que ha despertado los celos se instala permanentemente en la mente del sujeto, desplazando otros pensamientos. En consecuencia, toda su conducta está determinada por esta situación. Cuando el juego aparece, podemos hablar de celos patológicos.
Todo puede desencadenarse, por una llamada equivocada, una sonrisa, ropa interior nueva… Ahí, aparecen las sospechas que se acompañan de la búsqueda incesante en la pareja de señales que confirmen su teoría. Así comienza la hipervigilancia de la pareja. Revisa móvil, prendas de vestir, controlan horarios, kilometraje del coche…
Aparecen un gran número de inseguridades en las parejas, las cuales son infundadas. No es fácil conseguir eliminar la sensación de los celos, y muchas veces los sujetos no quieren acercarse a recibir terapia de pareja profesional, ya que eso determinaría que tienen un problema, lo cual no quieren admitir.
El juego está sujeto a 2 reglas:
- El vigilado decide ocultar ciertas cosas, a las que no da importancia, por no hacer daño, por no generar problemas, porque no es para tanto
- El vigilante, percibe el comportamiento raro de su pareja: disimula delante de mí, está raro, seguro que me oculta cosas.
Este juego de búsqueda, por necesidad de control y ocultación, por respeto de los límites, genera un desgaste no sólo en la confianza de la pareja, sino también en la relación en sí, que lleva al sufrimiento al celoso y al celado, hasta alcanzar tal intensidad que se desestructura por completo la relación de la pareja.
El porqué de los celos es complejo. Además de los aspectos transculturales estudiados por Bhugra en 1993, hay que añadir factores individuales como características de la personalidad, o nivel de autorrealización del sujeto, pues la autorrealización guarda una relación inversamente proporcional con ser celoso.
Las parejas que sucumben al juego, van a ver deteriorados diferentes aspectos de su relación. Los límites, por ejemplo, porque el afán de búsqueda de respuestas puede llevar al celoso a no respetar la intimidad del otro (mirar el móvil), la intimidad se verá también deteriorada en algunos casos, porque el clima no favorece el encuentro íntimo. La comunicación, también está afectada, porque estas parejas terminan entrando en bucles de conflictos y discusiones monotemáticas, que les impiden disfrutar de tiempo juntos de calidad.
Son demasiados los factores que les llevan a esa situación y además son demasiado inconscientes, como para que las parejas encuentren salida por si solas sin romper la relación. Por eso se considera importante la búsqueda de ayuda profesional desde el principio. El tiempo además juega en contra de la relación, porque a más tiempo mayor deterioro. Lo ideal en estos casos sería recurrir a la terapia de pareja, donde los afectados traten sus problemas de manera conjunta y clara. En nuestra consulta de Psicología Zaragoza sabemos como tratar a nuestros pacientes en las terapias de pareja, si tienes algún problema y quieres afrontarlo para hacer sanar tu pareja, no dudes en confiar en ayuda profesional.
Hola, queria saber si me podrían ayudar a no tener celos